La Tierra, Vía Láctea – Dios, Ser Supremo y Creador del Ser Humano y del Ornitorrinco, finalmente regresó de unas vacaciones milenarias al otro extremo del universo, y descubrió que en Su ausencia el planeta Tierra se había hecho un desastre.
«¿¡Pero qué rayos es esto!?» exclamó iracundo Jehová luego de soltar los motetes en Su morada celestial y darse un paseíto por la Tierra y ver cómo el planeta está lleno de guerra, hambre y odio. «¡A la verdad que a ustedes no se les puede dejar solos ni por un segundo, que rápido lo dañan todo! ¡Cualquiera diría que son como los adolescentes en las películas de los 80’s, que cuando los papás se van por el fin de semana hacen una fiesta y arman un reguero!»
Dios mirando con consternación el crical que los humanos han hecho en la Tierra; «¡Si llego a saber que iban a convertir al planeta en esta olla de grillos, no les daba libre albedrío na’!», exclamó Jehová
El Todopoderoso dijo que la razón de Su ausencia se debió a que después de pasar tiempo inmemorial en la Vía Láctea, simplemente quería «cambiar de ambiente» y se fue de vacaciones a Fernobulaxia, otra galaxia con vida inteligente al otro lado del universo. «Hace tiempo que no visitaba a Mis creaciones en el planeta Fernóbulax 5, así que decidí darMe la vueltecita… de hecho, Me enteré que uno de ellos está ahora mismo en la Tierra haciéndose pasar por Mi hijo: ¡jaja, a la verdad que ustedes se creen cualquier cosa!»
Fernobulaxia, la colorida galaxia donde Dios se pasó los últimos milenios tomándose un breiquecito de los humanos, tiempo que éstos usaron para hacer escante en Su ausencia
Por su parte, los líderes religiosos no tardaron en manifestar su algarabía de que su deidad se encontraba de nuevo entre nosotros. «¡Hosana! ¡Aleluya! ¡Gloria en las Alturas!» loó píamente el Reverendo Pat Robertson. «Finalmente tenemos la presencia de Nuestro Creador entre nosotros, el mismo Creador que fue ahuyentado por los pecadores: los homosexuales, los adúlteros, los que todavían escuchan a Creed. ¡Seguramente Jehová ha regresado para mandar fuego y condenar a las brasas a todos esos herejes que Lo alejaron de nosotros con su comportamiento pecaminoso y gustos musicales horrendos!»
El Reverendo Pat Robertson, recriminándole a los pecadores el que hayan «separado a Dios del Hombre», mientras el Creador suspiraba meneando la cabeza en señal de exasperación
El Ser Supremo, sin embargo ripostó que por el contrario Él le echa la culpa de la condición actual del mundo a los fanáticos religiosos (y, por razones imprecisas, a las canciones totonas de Barney el dinosaurio). «De cierto os digo que son los que han cometido atrocidades en Mi nombre y los que no ayudan a los menos afortunados los que más Me han injuriado (digo, sin contar a los que todavía escuchan a Creed… ¡por Mí!). Si hay alguien a quien debería ‘mandarle fuego’ es a aquél que dice ser Mi seguidor y lo que hace es predicar odio y juzgar a su prójimo: eso sólo Me toca a Mí y a Judge Judy (porque hasta Yo le tengo medio a la doña ésa)».
«¿No la ven cómo es de cascarrabias?», dijo Dios visiblemente atemorizado; «Me da cosa que le entre otra rabieta de ésas y empiece a tumbar cabezas por ahí pa’ bajo, comenzando con la Mía… ¡chacho, deja eso!»
«Sin embargo», continuó Jehová tomándose un suspiro para asosegarse antes de que los fanáticos religiosos terminaran de friquiarse, «ustedes se salvaron, porque desde que fui a aquella clase de ‘anger management‘ y envié a la Tierra a Jesús, Mi Hijo y agente de Relaciones Públicas, ya cambié Mi estilo y no estoy en las de enviar plagas y convertir a la gente en estatuas de sal. Sin embargo, todos aquellos que violentaron Mi ley usando Mi nombre como escudo tendrán que sufrir una pena peor que lo que podrían imaginarse», sentenció el Todopoderoso: «¡tendrán que trabajar de bartenders en una barra gay en Nueva Jersey!»