San Juan, Puerto Rico – Cansado de la polémica suscitada por el Comisionado Residente Luis Fortuño sobre el fideicomiso que piensa establecer el Partido Popular Democrático con el propósito de recaudar fondos para poder pagar los gastos legales del Gobernador, éste decidió simplemente tirarse a las calles de Puerto Rico y pedir dinero en las luces como centenares de deambulantes. Fortuño manifestó sus preocupaciones de que establecer un fondo de esa índole para que el pueblo le done dinero al PPD para que el Gobernador pueda pagar los costos legales de su defensa de la pesquisa federal en su contra por recibir contribuciones políticias ilegales le huele a Fortuño como contribuciones políticas no reguladas (lo cual simplemente prueba que el PPD necesita agudizar su sentido de la ironía).
«¿O sea que los Populares para defenderse de haber recaudado dinero sospechosamente van a recaudar dinero sospechosamente?», se preguntó incrédulo Luis Fortuño; «¿Jelou?»
«Pues por mí Fortuño se puede meter el fideicomiso que tanto critica por el joyete», declaró altanero Acevedo Vilá. «Si se nos va a poner con cosas y a complicarnos la vida, simplemente me uniré a los deambulantes de la Isla y me pondré a pedir chavos en las luces, que probablemente así recaude más dinero de todos modos». Luego de hacer un poco de investigación sobre qué intersección será la más lucrativa para limosnear, el Gobernador se asentó en la luz al frente de Plaza Las Américas (después de que varios miembros de la uniformada ahuyentaran a los mendigos que ya estaban ahí, para que no le «robaran sus clientes»). La esposa del Primer Mandatario, Luisa «Piti la que Pita» Gándara, manifestó su apoyo incondicional para con su marido: «Este ser tan humilde no quiere causar dimes y diretes, ni quiere traer más problemas a su partido. Él, la sencillez hecha macho, sencillamente se atavió en sus mejores ropajes, encendió su luminosa sonrisa de 24 kilates, y ahora le extenderá la mano a cuanto motorista encuentre en la luz de Plaza para pedirle una pejeta».
El Gobernador pidiendo chavos en una luz, bien lindo él
Acevedo Vilá, sin embargo, encontró que no sólo los conductores parados en la luz no le quería dar dinero cuando él se les acercaba sonriente, sino que algunos bajaban la ventana sólo para tirarle con frostys de Wendy’s a medio comer, darle en la cabeza con una lata de cerveza vacía, e incluso echarle gas pimienta en la cara (a lo que el Gobernador gritó: «¡Ahora sé cómo se sintió la pobre Miss Puerto Rico! ¡Mi rostro! ¡Mi lozano rostro!»). Cambiando de táctica, decidió renunciar a su fina indumentaria y tratar de disfrazarse de deambulante, poniéndose ropa sucia y pintándose llagas y chancros en las piernas: a pesar del esmero que se empleó en esta transformación, sin embargo, la artimaña tampoco dio resultado alguno. En un último acto de desesperación, Piti se unió a su avanzada, posando seductivamente detrás de él, luciendo escotes escandalosos y enseñando sus carnes con la intención de atraerle donaciones, lo cual rindió fruto casi inmediatamente porque muchos hombres le dieron dinero con tal de que ella se volviera a cubrir.
Acevedo Vilá, vestido de deambulante, contando sus ganancias: «¡Me cago en la óspera, si este chavo prieto es canadiense!»
Algunos conductores que fueron entrevistados luego de toparse con el Gobernador admitieron que, a pesar de que lucía mugroso y harapiento, no tuvieron problema en discernir su identidad porque «el mono, aunque se vista de seda, mono se queda, sobre todo cuando el mono es más feo que una patá’ en las bolas a la medianoche». Uno de los choferes que rehusó darle dinero explicó: «A estos bambalanes no se le puede dar dinero, porque ya tú sabes muy bien qué van a hacer con él: comprar cerveza, cigarrillos, o trajes de $4,000 en Clubman. ¡N’hombe, no!»
Debido a la tacañería del boricua promedio para con los deambulantes, Acevedo Vilá no tuvo más remedio que retirarse con la modesta cantidad de monedas que recaudó, la cual según él no le daría «ni para pagar la lavandería para quitarle las manchas de frosty a mi gabán de seda». Lejos de rendirse, sin embargo, el Gobernador dijo que ya tenía una idea de dónde iba a sacar el dinero para pagar su fondo legal, «y aunque no les diré exactamente de dónde es, sólo les adelantaré que empieza con ‘I’ y termina con ‘VU’, ¡jajaja!», confesó con una sonrisa de cangrimán (perdona por la comparación, Cangri).