Addis Ábaba, Etiopía – En lo que supone un rotundo fracaso para las autoridades de salud de Etiopía, el Dr. Adem Ibrahim, Ministro de Salud de ese país africano, ordenó por recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) el retiro del mercado de los inmensamente populares condones con sabor a café, introducidos en septiembre pasado como parte de las estrategias para controlar la alarmante cantidad de casos de VIH que afecta a Etiopía. La orden del Ministro se da en medio de un alza sin precedentes en casos de enfermedades gastrointestinales ocasionadas porque miles de etíopes se comieron los condones al confundirlos con deliciosos esquimalitos de fruta.
Vista parcial de un lote de esquimalitos listos para… ¡Hey! ¡Ésos no son esquimalitos!
De acuerdo al Dr. Ibrahim, las autoridades etíopes identificaron la alarmante alza cuando recibieron sus reportes de incidencia de enfermedades del pasado mes de septiembre: «Nuestro númeroj d’eso que otro paísej llaman ‘salú’ son normale pa’ nosotroj, Cumpa: dó millonej de casoj’e SIDA, malaria, tuberculosij y desnutrición. Na’ ke nuejtro Chamán no pue’a arreglá», explicó el Dr. Ibrahim sobre las excelentes condiciones médicas de su país, que aunque cuenta con sólo 2.6 médicos por cada 100,000 habitantes, compensa más que adecuadamente con 75 chamanes (médicos brujos) por cada paciente. «Sin embag-go, en setiembe tubimo una semana de 300,000 casoj’e estreñimiento, que e’ raro», añadió el experto galeno sobre el extraño cuadro clínico que presentaban los pacientes. El Ministro aclaró que aunque no es raro que los etíopes padezcan de enfermedades gastrointestinales, casi siempre se limitan a casos normales de parásitos en el tracto digestivo o diarreas sufridos por poco menos del 95% de la población. Se sospecha que estos casos tienen que ver con la dieta en la mayoría de las aldeas del país, consistente en suculentos platos de guano de murciélago acompañados de un vasito de agua fangosa. «Eso’e normal. ¿Pero estreñimiento? Nunca. Ni con Rayoj X que tomamo pudimo identificá la causa’e la epidemia. ¡Eso debe sé cosa de Mandingo!», diagnosticó persignándose el afamado salubrista, refiréndose al Demonio.
Radiografía tomada a un paciente etíope con estreñimiento, demostrando claramente la demoniaca obra del Maligno
Por su parte, la Dra. Margaret Chan, Directora General de la OMS, explicó que descubrió la fuente del problema mientras leía un estudio sobre los productos preferidos por los etíopes: «Aparentemente la tan culta y educada población etíope no sabe leer las etiquetas de lo que compra, y confundió los condones con esquimalitos y bolsitas de té. Según el estudio, durante la primera semana de septiembre cerca de 250,000 personas identificaron como su comida predilecta los nuevos esquimalitos con sabor a café marca Durex Sensations Ribbed Extra-Feel, mientras que otros 50,000 personas identificaron una supuestas bolsitas de té marca Trustex Non-Lubricated Macchiato Expresso», explicó. La Dra. Chan señaló que aparentemente la gran aceptación que han tenido estos productos entre los consumidores se debe a que, «aunque se sienten artificiales y no son lo mismo, bajan suave», particularmente los esquimalitos lubricados. «Evidentemente tuvimos que recomendar al Dr. Ibrahim que retirara del mercado estos productos, luego de explicarle que eran instrumentos del Maligno para afectar a su población», aseguró la Dra. Chan guiñando un ojo.
Dingaan Kogelo felicita a su esposa, Mama Inés, por el delicioso café que le preparó: «¡Pero qué rico te quedó el cafecito hoy, nena! ¿De dónde sacaste la crema ésa que le echaste?» (Nota del editor: Siguiendo las más elementales reglas de pudor que rigen en una publicación tan respetable como ésta, nos reservamos la contestación de Mama Inés. ¡De nada!)
Según la Dra. Chan, este descubrimiento representa un gran avance en la medicina etíope: «Ahora que sabemos que esta gente no sabe leer, tenemos que concluir que contrario a las creencias de la Organización Mundial de la Salud y de eminentes científicos de la comunidad internacional que han venido a Etiopía a estudiar su grave situación, ¡los problemas de salud aquí se deben a que los etíopes son analfabetas!», expresó contrariada la doctora. «Tenemos que comunicar estos hallazgos inmediatamente al Presidente Wolde-Giorgis para que tome cartas en el asunto. Y definitivamente tengo que hablar con el Ministro de Educación para ver si mejoran su programa de lectura elemental. ¿Quién se iba a imaginar que los problemas de salud en Etiopía se deben a que 300,000 personas no saben leer?», exclamó resignada la Dra. Chan, quien sin embargo se mostró sorpresivamente aliviada con el hallazgo: «Afortunadamente los morones estos no se dieron cuenta de que eran condones. ¿Tú te imaginas lo que hubiera pasado si los tipos llegaban a ponérselos? Con lo esmayá’s que se ven esas africanitas, ahora mismo tendríamos el nivel más alto de hombres circuncidados en el mundo!», concluyó.
Por otro lado, los consumidores etíopes reaccionaron resignados a la noticia del retiro de su alimento preferido: «¿Como ke kitaron los esquimalitoj? ¿Y ahora ke ua comé po la mañana? ¿Guano otra vé?», lamentó la ama de casa Kamala Zenawi. «Tanto ke le gustaba a mi negrito esoj esquimalitoj con sabó’a café. Nosotro ke ejtabamo eperando loj que anunciaron con sabó a pollo», comentó con gran tristeza haciendo cucharita con la boca.
Una evidentemente triste Kamala Zenawi haciendo cucharita luego de conocer el retiro del mercado de sus esquimalitos y bolsitas de té favoritas: «No te preokupe, nené, ke ya te ua prepará un poco’e guano pa’la tripita. ¿Lo kiere con fanguito o sin fanguito?»