Aparentemente Maripily, quien hace poco más de un año desposó al ex pelotero de Grandes Ligas Roberto Alomar, ha iniciado el proceso de divorcio, un hecho que, aunque cotidiano y francamente predecible, aparentemente justifica varios reportajes al respecto en todos los periódicos del país. Juzgando por la importancia que debe representar que una fleje de siete suelas inevitablemente termine divorciándose de su marido machista y prepotente, aquí estamos nosotros también reportando sobre el tema, por eso de no estar siempre atrás como los güebos del perro, sino al frente como el bigotito hitleriano de Thomas Rivera Schatz.
Creemos que también hay algo ahí de una alegación de violencia doméstica y una orden de protección, pero honestamente si quieren más detalles deberían leer una de las seis noticias que Primera Hora le ha dedicado al tema hasta la fecha, o una de las cinco de El Vocero (¡todas con la misma foto de archivo!), o una de las siete noticias que ha publicado El Nuevo Día (¡incluso una con un astrólogo!).
Por otro lado, muchos lectores de Primera Hora han elogiado la gesta periodística de su rotativo favorito, encomiándolos por «otorgarle la importancia que se merece la disolución del matrimonio de una persona que no conocemos y cuya vida privada no nos compete», deseando solamente que el periódico le dedicara más espacio a reportajes sobre temas sexuales que a los sucesos del país: «Total, ¡pa’ enterarnos de lo que pasa en la Isla está La Comay!».