«Ese tipo lo que tiene en su cuerpo es un mejunje de drogas que espantaría incluso a Vico-C antes de meterse a religioso«, opinó con certeza el doctor Jesús Malavé, empleado del laboratorio clínico que certificó los resultados. El galeno, quien habló bajo condiciones de anonimidad que evidentemente decidimos ignorar descaradamente, aseguró: «Nunca en mi vida había visto una muestra tan empapada en fármacos como la del representante Crespo. O sea, este tipo no dio positivo: ¡dio súper positivo! Es más, decir que dio positivo a cocaína es casi tirarle la toalla: la mayoría de estas drogas ni siquiera las pude reconocer… ¡y eso que yo viví durante los años sesentas!».
El galeno también intimó que algunas de las misteriosas sustancias tuvieron que ser nombradas porque nadie las pudo encontrar en ningún libro de química, medicina o alquimia. «A una le pusimos ‘ácido crespólico’, a otra ‘rolandicina cresposilada’, y así por el estilo. Ya al final se nos acabaron las denominaciones homónimas y a la última le pusimos simplemente ‘representante Rolando Crespo’. El punto es que eran muchos los fármacos, y cada uno era más estupefaciente que el otro: ¡no sabemos cómo este hombre pudo fungir como legislador por tanto tiempo con tantos sapos y culebras en la sangre!», exclamó ilusamente el Dr. Malavé, claramente sobreestimando la capacidad cerebral necesaria para pasársela todo el día insultando a los del partido de oposición y proponiendo resoluciones totonas para honrar a algún donante político adinerado.
El gobernador Luis Fortuño fue raudo y veloz en exigirle la renuncia al aguerrido Representante, explicando que «ya tenemos a Jorge Santini como el periquero malo oficial del PNP: ¡no necesitamos otro más!». Sin embargo, Fortuño loó a Crespo por «al menos meterle empeño a esto de ser un farmacodependiente: meterse al cuerpo todo lo que algún otro tecato le pusiera al frente; mentirle a todo el mundo por meses cayéndose de culo de que estaba siendo perseguido; y después de ser agarrado en pifia, hacerse la víctima y el más sufrido. ¡Si vas a hacer algo, al menos hazlo bien!», concluyó el Primer Mandatario, lanzándole una mirada sesgada alcalde sanjuanero.
Por su parte, Rolando Crespo juró sentirse «muy apenado» de que la prueba haya dado un resultado positivo: «Yo esperaba sinceramente que la prueba diera negativa, porque francamente si yo fuera una persona sensata y centrada en la lógica, no hubiera estado metiéndome tanto perico sabiendo que a los Legisladores nos hacen pruebas de dopaje sorpresa». El único beneficio que logró sacar Crespo de todo este asunto, «más allá de no tener que ser más el portavoz del PNP, que no es el bajapanties que esperaba que fuera», es que finalmente se consiguió una novia. «¡Si llego a haber sabido que ser famosamente conocido por ser un usuario empedernido de drogas me haría tan popular con las chicas, me hubiese metido hasta Mistolín olor a lavanda!», aseguró, aunque no es claro si en efecto llegó a meterse otras fragancias de Mistolín.