El organizador del evento fue Mitra, el dios persa que nació el 25 de diciembre y según sus creyentes exorcisó demonios, curó a los enfermos y realizó otros milagros misceláneos antes de morir y resucitar a los tres días. «Mis doce discípulos y yo amamos la comida del Cheesecake Factory», aseguró el cumpleañero. «Los rituales que mis seguidores hacen en mi honor involucran comer pan y beber vino, y el pan del Cheesecake Factory es súper delicioso y gratis. Bueno, quizás no ‘gratis’ como tal –¡pero viene incluido en el sobreprecio del resto de la comida!». Sin embargo, el llamado «Buen Pastor» advirtió que «hay que estar pendiente porque las calorías están choretas en este restaurante: si sigo así, ya pronto volveré a morir para redimir a la humanidad… ¡pero esta vez, de un ataque cardiaco!».
También se unió a la celebración Dionisio, hijo de una madre virgen, quien realizó milagros y resucitó a los tres días antes de ascender al Cielo. «Qué bien se la pasa uno en este restaurante: ¡es el mejor lugar para celebrar la saturnalia!», exclamó emocionado el Rey de Reyes. «¡Y donde estoy yo, uno se la pasa mejor, porque nunca falta el vino!», añadió con una guiñada zalamera. La deidad egipcia Horus también hizo acto de presencia, acompañado de sus doce discípulos. «Y mala mía que cuando acepté la invitación no incluí también a este trío», se excusó, señalando con el pulgar a los tres sabios que lo visitaron cuando nació. «Es que a estos tres les encanta el cacheteo, y cuando se enteraron que iba a celebrar mi cumpleaños en el Cheesecake Factory se invitaron a ellos mismos y siguieron de nuevo un astro en el cielo para encontrarme. ¿Alguien sabe cómo puedo apagar esa maldita estrella chotorra?».
El dios solar hindú Krishna, la encarnación terrenal de la deidad suprema, Vishnu, también hizo acto de presencia durante la celebración onomástica, aunque no se pudo quedar mucho tiempo porque «Ganesha es capaz de darse la vuelta por presenta’o, y nada arruina un fiestón más rápido que un esperpento con dieciséis brazos, panza de borrachón y cabeza de elefante«.
El gerente del Cheesecake Factory indicó que su establecimiento siempre está disponible para atender a cualquier grupo grande, «ya sea de divinidades sempiternas o de mortales vulgares y corrientes» , solo que se les aplicará una propina fija de 18%, aunque aclaró: «Bueno, en el caso de deidades todopoderosas hacemos una excepción, porque no vale la pena que nos manden una plaga por unos trapos de pesitos extra».