El nuevo sistema de multas automatizadas, que será administrado por la empresa privada International Traffic System (ITS), servirá para generarle ingresos al gobierno sin que ningún funcionario público tenga que dar un tajo ni en defensa propia. Según el contrato con ITS, dicha empresa custodiará todas las imágenes tomadas por las cámaras, por lo que esta podrá violar la privacidad de quienes transiten las intersecciones vigiladas cual si fuera Facebook –con la diferencia de que al menos en Facebook tienes que abrir una cuenta a propósito. Representantes gubernamentales rechazaron estar preocupados por cederle tanta información de sus ciudadanos a una empresa privada que no responde a los intereses del pueblo, explicando que «después que este embeleco nos siga trayendo chavos, está to’ habla’o».
Las cámaras de vigilancia podrán detectar si un conductor se come una luz roja; si guía a exceso de velocidad; si tiene un marbete expirado; o si está cantando reggaetón a to’a boca aunque se la pasa diciendo que lo detesta. Estas también capturarán imágenes que implícitamente delatarán la compañía que mantiene cada chofer, por lo que las intersecciones escogidas se convertirán próximamente en las menos frecuentadas por hombres llevando a sus chillas a la casa después de una horita en el Executive. «Avísenme rápido cuáles son las luces con esas camaritas chotorras», exigió un hombre que prefirió permanecer en el anonimato, «porque si bastante malo es que nos esté vigilando Big Brother, peor aún sería que llegue a casa una multa y Big Wife vea una foto donde salimos mi secretaria y yo de juerga».
Por su parte, el gobernador Alejandro García Padilla desestimó las preocupaciones de violación a la privacidad que muchos ciudadanos le atribuyen al nuevo sistema, tranquilizándolos con la siguiente explicación: «Como está el chismoso en Puerto Rico que hace orilla, ¿ustedes de verdad creen que pueden andar por ahí en alguna movida bochornosa sin que alguien se entere?».