La compañía de telecomunicaciones T-Mobile, aparentemente intentando aumentar su caudal de clientes insatisfechos, decidió comprar a Sprint por la suma de $26 millones. «En T-Mobile no estaremos satisfechos hasta que todos los usuarios de celulares en Puerto Rico nos mienten la madre a nosotros en vez de a nuestra competencia», explicó Jeremy Witherspoon, relacionista público del proveedor de servicio celular. «Ya vivas en el mismo casco de Río Piedras o en la jalda más trepá’ de Jayuya, T-Mobile le promete a los antiguos abonados de Sprint que tendrán la señal más esporádica y gulemba que haya parido madre, y que así estén parados justo debajo de una de nuestras torres de telecomunicaciones, tendrán como mucho una o dos barritas de señal, y va en coche».
«¿O sea que ahora en vez de no tener señal por ser abonada de Sprint, no tendré señal por ser abonada de T-Mobile?», se preguntó doña Maruja Martínez. «¡Maldita sea! Yo que ya estaba acostumbrada a mandar a la mierda a Sprint cada vez que tenía que sacar el brazo por la ventana del cuarto para tener una trapo de barrita de señal… ¿me quieres decir que ahora a quien tendré que mandar a la mierda es a T-Mobile? ¡Pero ese nombre es tan largo! El improperio ‘¡Mecagüentumadresprín!’ ya salía de mi boca como si fuera una sola palabra que figura en el Diccionario de la RAE y goza del aval del mismísimo Príncipe de Asturias… ¡cambiar eso a ‘¡Mecagüentumadretimóbail!’ como que le quita un poco el gustito!».
Todavía no se sabe a ciencia cierta cuándo se finalizará el trato y se efectuarán los cambios del traspaso de propiedad, pero expertos en el campo aseguran que «la única diferencia que notarán los actuales abonados de Sprint será el nombre de la compañía que aparecerá en las cuentas mensuales que se los seguirán clavando a cambio del más pobre servicio».