La estudiante de teatro que protagonizó el incidente merodeó la semana pasada por diferentes facultades del recinto universitario con los pechos al descubierto antes de ser arrestada por la Brigada de Guardias de Palito de la UPR. Al ser abordada, la joven declaró que mostrar sus senos no es un delito, y que su acto fue un performance para protestar entre otras cosas el trato a la mujer como objeto sexual. Cientos de estudiantes entrevistados aprobaron dicho enfoque, aunque aseguraron que «si quieren que dejemos de tratar a las mujeres como cantos de carne, exhortamos a muchas más muchachas a que hagan protestas similares».
El Consejo General de Estudiantes de la UPR respaldó igualmente el acto de desobediencia civil de la joven, añadiendo que «cualquier acción que le rejoda a la administración universitaria tendrá nuestro incondicional sello de aprobación». El Consejo advirtió, sin embargo, que «esto de protestar en pelotas está bien, después que no sea literalmente ‘en pelotas’, if you catch our drift. O sea, una muchachita núbil exhibiendo sus pechos claramente está protegida bajo el derecho de libre expresión, pero un vejestorio entrado en carnes enseñando matraca por la calle no es más que un enfermito que hay que echar de cabeza a la cárcel, por sucio».
Esta admonición le echó agua fría a otras agrupaciones que ya estaban planeando escandalosas protestas / performances en traje de Adán, entre estas la Hermandad Rubenesca Riopedrense, la Asociación de Amantes de Krispy Kreme y el Club Audiovisual. «Nosotros también queremos ampararnos bajo el concepto de que se puede andar por ahí ‘esnú’ después que sea para protestar algo», señaló Simón Enríquez, presidente del Gremio de Jugadores de World of Warcraft. «Ya estamos hartos que nuestros compañeros estudiantes y la sociedad en general se burlen de nosotros por nuestro grosor, hedor e hirsutismo. ¡Y si tenemos que marchar por toda la Iupi en pelotas dejando detrás de nosotros una estela de peste a sobaco, lo haremos!», exclamó, haciendo que sus interlocutores pierdan el apetito preventivamente.
Agrupaciones feministas lamentaron que los medios hayan desvirtuado la protesta de Charlene González De Jesús al haber desviado la atención de las razones válidas que la motivaron. Al preguntarles si la joven misma no le quitó mérito también a su propia manifestación luego de caminar desnuda por una finca privada en Cidra y tener que ser admitida al Hospital Psiquiátrico San Juan Capestrano, las jóvenes replicaron: «¡Típicos medios machistas!».