La imagen difundida por el propio Gobernador menciona «logros» que van desde promesas de campaña cumplidas de forma concreta («#2: Se eliminó la cuota de la UPR») hasta aseveraciones que, aunque verídicas, no podrían catalogarse como un «logro» ni siquiera usando la patética vara que acostumbramos usar con los políticos del patio («#8: Se anunció la construcción del Tren a Caguas»). También se incluyeron éxitos políticos que no tomaron ningún esfuerzo por parte de nadie («#10: Se le abrieron las puertas a La Fortaleza a uniones, estudiantes y ambientalistas») e incluso enunciados desiderativos conjugados en futuro imperfecto en vez del más esperado pretérito perfecto (tales como «#9: La Reforma Legislativa será una realidad, cortando gastos en el Capitolio»). [ Nota: Para los tres gatos que entendieron esa última oración: ¡enhorabuena por haber prestado atención en la clase de español! ].
En señal de desesperación, sin embargo, la cuenta del Gobernador publicó poco después una segunda imagen celebrando otros éxitos de su administración que no deben pasar desapercibidos, tales como:
11: Se anunciaron los logros del primer mes
12: Resistimos la tentación de afeitarle el bigotito hitleriano a Rivera Schatz mientras duerme
15: Mantuvimos un estilo incomprensible y cantinflezco al contestar preguntas de la prensa
18: Todo niño recibirá como regalo de Reyes un pony — ¡no más trapo ‘e bolas!
20: Según se nos ocurran más totonadas que promocionar como «logros» de nuestro gobierno, haremos más imágenes inspiradoras y las publicaremos en Twitter como si fueran la gran cosa
Mientras que la primera imagen contenía el siguiente mensaje final: «La diferencia es clara. En 30 días se siente», la segunda imagen culminó con uno más realista: «No esperen mucho. ¡No se le pueden pedir peras al olmo!».