«Yo llevo haciendo mi acto de desobediencia civil para que liberen a Oscar López Rivera desde hace dos décadas –desde antes que fuera cool— y nadie me ha hecho caso», se quejó José «Satanás» Medina, quien lleva 23 años encerrado en la cárcel federal por car-jacking y homicidio a mano armada. «Ahora vienen artistas, políticos y robacámaras de todo tipo y se trancan en una celda por quince trapos de minutitos y se creen que están haciendo tremenda protesta. ¡Yo llevo comiendo malo, durmiendo con un ojo abierto y cagando al frente de to’ el mundo por más de veinte años en pos de la liberación de Oscar y nadie ha venido ni a visitarme! ¿¡Dónde está MI portada de Primera Hora!?», exclamó molesto.
Medina y otros confinados del CMD dictaron que si los medios no van a hacerle caso a su «heroica y sacrificada gesta de privación de libertad para corregir una injusticia», que alguien venga pronto y los libere a todos de sus celdas «del mismo modo que Evelyn Vázquez, Aníbal Acevedo Vilá y Carmen Yulín salieron más rápido que ligero».