Sorceress, la antigua dueña del Castillo Grayskull, evidentemente no pudo continuar haciendo los sustanciales pagos mensuales a Bank of Eternia para mantener su hipoteca al día. El empleado a cargo del proceso de expropiación, Bank-Man, aseguró: «Nuestra institución bancaria, que data desde la época del Rey Grayskull, no se complace en botar inquilinos de sus propiedades y ponerlos de patitas en la calle. Sin embargo, Sorceress llevaba años esquivando los pagos de la hipoteca, convirtiéndose en un halcón y cogiendo la juyilanga cada vez que yo pasaba por el Castillo para cobrarle la mensualidad. En realidad no me sorprende que algún día ella no pudiera seguir cumpliendo su esquema de pago: lo único que Sorceress sabe hacer es aparecérsele telepáticamente a He-Man; guardar celosamente su secreto; y ser una ñema que se desmaya ante cualquier ataque. ¡Esa no es exactamente la descripción de una profesión altamente remunerante!».
«¡Mío! ¡POR FIN MÍO!», exclamó el maléfico Skeletor soltando una escalofriante carcajada triunfal. «¡Después de tantos años de intentar derrumbar las defensas mágicas del Castillo Grayskull para lograr entrar y adueñarme de sus poderes, finalmente lo he logrado! ¿Quién hubiera adivinado que la victoria me la conseguiría no Evil-Lyn o Mer-Man o Tri-Klops, sino mi abogado, Harry-Silverstein?». En efecto, Skeletor no tuvo que usar de su magia negra ni disparar un rayo de energía de su báculo de poder, sino simplemente llenar unos papeles legales en triplicado y someterlos al departamento de préstamos hipotecarios de Bank of Eternia. «¡Hasta me regalaron un llaverito de lo más chulo cuando hicimos el cierre!», se jactó el desalmado truhan.
Real-Tor, dueño de la agencia de bienes raíces Eternia Realty, se mostró satisfecho con la celeridad con la cual pudo conseguir un nuevo inquilino a la antiquísima propiedad. «Tuvimos suerte porque acá entre nos, ese castillito está to’ destartala’o y es más feo que la palabra ‘sobaco'», intimó Real-Tor. «Tuve que usar todo mi arsenal de eufemismos, medias verdades y mentiritas piadosas para describir la propiedad y hacerla sonar atractiva: ‘Se vende: Histórico palacio estilo neoeterniano rococó, sumamente acogedor, con entrada amplia y patio extenso; rodeado por una fosa infinitamente honda que provee seguridad, privacidad y un toquecito de encanto y je ne sais quoi. Tiene dos cuartos con walk-in closet, dos baños y medio, y un calabozo de lo más pintoresco. Alberga todos los poderes de los Amos del Universo. Precio: un millón de dólares eternianos O.B.O’. Nada, yo pensé que estaría en nuestra lista por años, pero Skeletor llegó a nuestras oficinas al día siguiente de poner el aviso en el periódico y por poco nos tumba el brazo — ¡literalmente!».
Por su parte, el orgulloso nuevo arrendatario del Castillo Grayskull anticipó que piensa mudar ahí su base de operaciones y abandonar su guarida, Snake Mountain, porque a esta «hay que darle demasiado mantenimiento y como está por el jurutungo viejo, el commute es una pejiguera». El perverso malhechor y aparente decorador de interiores aficionado también indicó que piensa «darle una manito de pintura al exterior para cambiarle ese colorcito verde chatré por uno que esté más ‘in‘» y que cuando termine de limpiar la mierda de halcón del piso y reemplazar las antorchas con track lighting se dedicará de lleno a buscar «los secretos del castillo y ese ‘Poder de Grayskull’ menta’o que He-Man pregonaba a to’a boca al menos una vez por episodio».