Una de las organizaciones que han estado promoviendo esta iniciativa es la Alianza De Juristas Cristianos (Que Aparentemente Nunca No Han Leído La Constitución Y No Se Han Enterado Aún De La Vaina Esa De Separación Entre Iglesia Y Estado). Uno de sus miembros, el licenciado Javier Ordóñez, avaló la idea de «aguantar el pico por 40 días y 40 noches como penitencia ante Dios y para recapacitar –a través de la oración, la reflexión, y la sona’era de tripas– sobre la crisis social que está atravesando nuestro país. No te podría decir exactamente qué pretendemos lograr así de manera concreta, o aclararte para qué sirve este embeleco aparte de para hacernos los más beatos y salir en las noticias… ¡pero si lo único que le sacamos al asunto es perder par de libritas y que se me achiquen los chichitos, yo no me quejaría, que mal no me vendría!».
El alcalde de Manatí, José Aubín Cruz Manzano, explicó que este acto de penitencia religiosa «es más fácil que ponerme a trabajar fuerte para resolver los problemas de mi municipio… ¡y además me gana brownie points con los evengélicos a la hora de recibir donacione$ política$! Y en esa misma línea, al igual que ellos alzo mi voz para rechazar los intentos por socavar valores familiares –por lo cual me refiero a MIS valores familiares– de cierto grupito minoritario masquejode cuyo nombre no diré para no entrar en polémicas… ¡pero digamos que rima con ‘lays y guesbianas’!». Al preguntarle al alcalde mayagüezano José Guillermo Rodríguez si no cree que es inconstitucional proclamar que su municipio se uniría a un acto de corte cristiano, este replicó: «¡Para nada! Para mí eso de la separación entre la iglesia y el estado en la Constitución de Puerto Rico es un invento de la gente, algo que solo existe para que algunos puedan dormir tranquilos creyendo que hay algún tipo de autoridad superior que vela por que a toda persona se le trate equitativamente. Pero yo no creo en cuentos de hadas, ni en leyendas ficticias sacadas de la manga para aplacar las masas: ¡a mí sí que no me cogen de soca! Así que, por el bien de Puerto Rico, ¡recémosle todos a ese Dios de poder durante los próximos 40 días, para que Él resuelva todos los males que aquejan a nuestra isla!».
Por su parte, miles de personas indigentes en distintos municipios de la Isla se mostraron sorprendidos al enterarse que por décadas llevaban siendo parte de este ayuno espiritual de manera involuntaria. «¿En serio que irse a dormir uno con hambre es del agrado de Dios, y causa que Él favorezca a nuestro pueblo?», preguntó maravillado Martín Aponte, residente de «cualquier callejón en el Viejo San Juan donde me coja la noche». «Caramba, ojalá lo hubiera sabido antes: ¡al menos así hubiera sentido que mi padecimiento por lo menos servía para algo!». Otros deambulantes opinaron que estaba «de lo más mono» que personas capaces de alimentarse varias veces al día optaran por pasar hambre con tal de agradar al Creador: «Si Dios de verdad favoreciera los países cuyos habitantes están muriendo de inanición, ¡el continente africano sería el más bendecido del planeta!».
Por otro lado, estos menesterosos –quienes se acaban de enterar que han estado participando retroactivamente de esta abstinencia alimenticia de grupos religiosos– opinaron que «eso de pasar hambre voluntariamente, con la boca es un mamey (pun intended!). Cuando les pique la tripa y le pasen por al frente a El Mesón, ¡ahí sí que veremos si es verdad que el gas pela!».