«Creo que el debate demostró fuera de toda duda las cualificaciones intachables de nuestro/nuestra candidato/candidata», dirás tú, fanático o fanática de Hillary o Bernie. «También probó el desastre que será una candidata vendida a los grandes intereses o un candidato que no tiene ningún plan realista para echar pa’lante su plataforma fantasiosa. Es hora de que el bando opositor pare de faltarnos el respeto y acepte la realidad de que nuestra campaña es una de pueblo, contrario a la del equipo opositor, que está siendo implementada por operativos profesionales que cobran millonarias sumas para crear campañas en los medios sociales que aparentan ser orgánicas», dirás tú, que te tragas el cuento de que la campaña grassroots es la tuya.
Se reportó que ninguna de ustedes se dará cuenta que anoche vieron exactamente el mismo debate con exactamente los mismos estribillos y frases practicadas de los pasados ocho pero jurarán que ese fue el debate que finalmente le dio la victoria a Bernie o Hillary.