«¿Qué? Mi hijo hizo exactamente lo que llevamos negando un año, y yo le pegué fuego a un orfanato. ¡Nada va a pasar, porque yo gané! ¡Jódanse!» explicó el presidente mientras le echaba gasolina a una canasta llena de perritos y se prestaba a pegarle fuego. «El partidismo es una cosa preciosa. Mientras no trate de implementar un plan de salud universal, estos pendejos en el Congreso me dejan hacer lo que me dé la gana. Es maravilloso. ¿Qué han hecho ustedes con sus vidas?», se guilló Trump, mientras este corresponsal se daba cuenta que tener integridad y rectitud en la vida no paga.
Se reportó que Mitch McConnell y Paul Ryan OB-viamente no están de acuerdo con pegarle fuego a un orfanato y a perritos en una canasta, pero no comentarán nada más porque están concentrados en pasar la agenda republicana y pues, nada fucking importa.