«Pues, es que si los estudiantes vinieron al Capitolio buscando confrontación, que después no se quejen si les tuvimos que dar un buen amansaguapo», declaró Fortuño. «Ellos fueron los que nos provocaron apareciéndose ahí exigiendo altaneramente que se cumpla la Constitución de Puerto Rico. Nosotros no queremos darle a nadie, vite… ¡pero si nos buscan, nos van a encontrar!».
En el repertorio de excusas baratas sugeridas por los MACHOTES para explicar los moretones de los protestantes figuran gemas tales como: «Fue que los muchachos se cayeron por las escaleras»; «Esos estudiantes simplemente se tropezaron con una pared» y «La Policía sólo les pegó porque los quieren». Fortuño concluyó diciendo: «Ya ustedes saben que las agrupaciones izquierdosas son como las losetas: ¡mientras más duro las pisoteas, mejor quedan!».
Al preguntarle al Primer Mandatario si no es hipócrita hablar de una «Promesa de Hombre» para luego empezar a repartirle macanazos a personas desarmadas, entre éstas mujeres y jóvenes, éste respondió: «¡Lo único que este hombre promete es que si estos mocosos vuelven a guapéarseme, les voy a llenar la cara de dedos!».