«Nuestra administración se siente sumamente conmovida de que el gobierno de Puerto Rico quiera interceder por nuestros ciudadanos», explicó sarcásticamente Nicolás Maduro, el presidente / dictador venezolano que la comisión con sede en la Isla pretende poner de patitas en la calle. «Es por eso que, raudo y veloz, mi gobierno se dio a la tarea de formar una delegación que irá frente a las Naciones Unidas para exigir que los Estados Unidos de una buena vez y por todas le dé la libertad a Puerto Rico, poniéndole así fin al bochornoso capítulo de imperialismo y colonialismo en la historia de la humanidad. ¿Ah, cómo? ¿Que el actual gobernador de Puerto Rico no solo no le molesta ser un vasallo de los Estados Unidos, sino que quiere rogarle a su amo que porfi porfis deje entrar a la casa grande a más de tres millones de morenitos que ni inglés hablan, en lo que sería el estado más pobre y estropeado de la unión? ¡Cónchale, vale! ¡Alguien envíele un diccionario a Rosselló, marcando la página que define la palabra ‘ironía’!».
«Déjenme ver si entiendo la situación», continuó Maduro, gozándoselo to’. «¿Una colonia de Estados Unidos –una nación que, dicho sea de paso, le enhocica la ‘democracia’ a paisitos tercermundistas, pero cuyo propio presidente no es elegido de manera democrática–, que no tiene representación en el gobierno federal, quiere abogar por democracia en nuestro país? ¿Una isla cuya infraestructura ha estado decayendo por décadas mientras administración tras administración lo que hace es meter al erario en más deudas en vez de cuidar de su propio patrimonio, quiere hablar de la ‘reconstrucción’ de Venezuela? ¡Por favor! ¡Eso sí que es el cachicamo diciéndole al morrocoy conchú’!», exclamó el líder venezolano, enviando a todos nuestros lectores a Google para buscar esa frase.