Antes de dictarse su sentencia, Lohan se había dirigido a la corte para explicar, entre lágrimas y sollozos, que ella no sabía que estaba violentando las condiciones de probatoria que le habían impuesto luego de ser arrestada por conducir bajo estado de embriaguez, y que además era «demasiado blanquita y linda» para ser enviada a la cárcel. «Hablemos claro, Su Señoría», declaró en medio llantén la presunta actriz. «La cárcel es para negros que tiran drogas, latinos que roban carros, o básicamente cualquier otra minoría que cometa alguna fechoría al frente de un policía racista. ¡Ciertamente no está diseñada para blanquitas quienes, como yo, son ricas en ambos sentidos de la palabra!», concluyó con un inmerecido sentido de autoestima.
Sin embargo, la jueza le restó importancia a los argumentos de la joven, diciendo que «si bien [Lohan] pudo haberse considerado ‘venible’ en su época de gloria, hoy día parece más bien un trapo viejo y abomba’o que ni siquiera podría catalogarse como ‘parcialmente metible’. Además, existe el precedente de muchachas pariseras y vaqueta de pene que altaneramente se pasan los dictámenes de la Corte por donde no les da el sol y terminan en la cárcel, como por ejemplo Paris Hilton«, y que Lohan, al parecer de la magistrada, no es apreciablemente «ni más blanquita ni más linda que Paris». Como parte de la sentencia, la jueza instruyó a que la joven tenga un espejo en su celda en el cual ella pueda «apreciar los estragos del alcohol y de la mala vida, a ver si se le quita ese guille de ‘nena linda’ que ya no le cae».
Luego de haberse recompuesto de su llanto, Lohan declaró que quizás lo único bueno de pasar tres meses en la cárcel es que seguramente conocerá otras celebridades de su edad, dado que parece estar de moda esto de empezar con rehabilitación por alcoholismo y terminar en la cárcel por violar los términos de la probatoria. «¡Quién sabe si hasta salgo de ahí con una nueva BFF y algún papel en alguna película!», exclamó la joven, tratando de hacer tripas corazón (porque, después de tanta bebelata, su hígado ya no debe servir para nada).