El desconocido que se autoidentificó como Jorge Colberg Toro se comunicó con el presidente universitario a su oficina y le informó que se habían destinado $15 millones de dólares para la institución educativa, pero que a cambio requería tres cheques de $50,000 cada uno. «Pongamos al lado la pregunta de si eso suena a que yo estaba accediendo a pagarle soborno a un funcionario público», pidió Muñoz. «¡En serio, pongámosla al lado, porque no la quiero contestar! El punto es que este hijo de su madre que me cogió de lo que no soy tiene que pagar por lo que hizo. Como a mí nadie me engaña dos veces, le pedí ayuda a Enubu Kumalo, un amigo mío que es príncipe de Nigeria, quien por una módica suma prometió que enviará a sus mejores investigadores para ayudar en la pesquisa. ¡Espero que lleguen pronto, porque ya están tardándose más de lo que dijeron!».
Muñoz explicó que, aunque se expidieron los cheques por la cantidad total de $150,000, estos fueron cancelados al detectarse ciertas irregularidades: «Para empezar, está el hecho de que la comunicación fue únicamente por vía telefónica», explicó Muñoz. «Luego, el caballero primero me pidió que le hiciéramos el pago en efectivo, y que se lo dejáramos en un maletín debajo de un banco en una parada de la AMA en la Gándara. Finalmente, antes de colgar, me dijo: ‘Maj vale que no me breguej sucio si no quierej que te dé un tajo, ¿vi’te, Papo?’. Eso sí que me dio bien mala espina, porque Colberg Toro no me llama ‘Papo’, sino ‘Rorro’. ¿Vieron? ¡Yo soy más listo que las arañas!», declaró triunfal mientras esperaba en el aeropuerto la llegada de los investigadores nigerianos.
La oficina del presidente universitario reportó que en los últimos días muchos ciudadanos generosos han intentado contactar a Muñoz para ofrecerle varias remunerantes inversiones inmuebles cuya compraventa pueda generarle fondos a la UPR, entre estas: el Puente Dos Hermanos, las cavernas de Camuy y El Morro. «Aunque a decir verdad a mí me güele que ahí hay gato encerrado», intimó Muñoz sagazmente, «¡porque el dueño de El Morro ya había intentado vendérmelo la semana pasada y yo ya le había dicho que no!».