«Bueno, vayan acostumbrándose, porque de ahora en adelante habrá muchas reacciones a lo que digan los gringos. De mi parte y los que vengan luego de mí», expresó el gobernador. «Admito que hay cierta libertad en esto: un peso que se levanta de encima al saber que en verdad, en la era de La Junta, el gobernador tendrá bien poco control sobre lo que pase aquí de ahora en adelante. En verdad, ser gobernador ahora suena como tremendo guiso. ¿Por qué me quité?», se lamentó.
Por otro lado, se reportó que en preparación a la certeza de que futuras administraciones le echarán la culpa a La Junta por todo, ya los miembros de esta tienen preparadas todas las echá’s de culpa a las «irresponsables administraciones criollas pasadas».