«Como el candidato del partido que creó y administra la colonia, es OB-vio que yo soy el más cualificado para seguir las instrucciones de La Junta», alegó Bernier, mientras sus focas amaestradas populares aplaudían. «Y voy a recalcar algo que hasta a mí se me olvida: yo soy parte de esta administración que negoció la llegada de estos siete nuevos amos. ¿Ustedes creen que esta administración ladraba cuando Anaudi Hernández nos decía que ladráramos? Chacho, dejen que vean cómo obedezco yo a esos siete próceres», aseguró.
«Yo nunca he tenido una idea propia. Siempre he hecho lo que papi me manda a hacer, bien obedientemente», respondió el joven Rosselló, futuro peor gobernador de la historia de Puerto Rico. «Si tienen reservas de que me pondré con changuerías y haré lo mío en contra de la Junta, no teman. En verdad no tengo ni puta idea de cómo gobernar, así que voy a hacer lo que ellos me manden a hacer sin chistar, y cuando luzca simpático, me daré crédito, y cuando el pueblo se vaya por el techo, les echaré la culpa, así que tranquilos», recalcó.
Les diríamos lo que dijeron los demás candidatos en el debate, pero pa’ qué, si al final va a ser uno de estos dos y este corresponsal se quiere ir a dormir.