«Esta idea nunca debió haber sido publicada porque no la produjo ningún ser humano pensante, sino la cobaya que tenemos de mascota en la oficina. ¡Debería ser obvio que esta anormalidad solo la pudo haber producido un animal!», exclamó la primera dama. «¿Cómo es posible que queramos gastar chavos en parques mientras hay gente sin agua y luz y todavía pasando necesidades? ¡Estupidez semejante solo podía salir de un cabeza de güimo (¡o de un mismísimo güimo!), y este gobierno solamente contrata genios! Así que, ya se enteraron… la culpa es de Checkers, la mascota de la oficina», explicó.
Este periódico puede recomendar a un ñame con corbata que puede sugerir muchas mejores ideas a Unidos Por Puerto Rico que el foquin güimo que se le ocurrió arreglar parques, por virtud de que a un ñame nunca se le ocurre nada ni dice nada.