«Miren, esteeee… cuando yo era joven, yo no sabía correr four track muy bien. Y, eeeeh, pues como todos saben, le pasé por encima a unos huevitos de tortuga en la playa, montado en una four track del gobierno que yo determiné que podía guiar», explicó el gobernador sobre el bien conocido incidente. «Pues mire, yo en ese momento, me auto evalué. Como buen riquitillo nene de Papi, determiné que no había hecho nada malo porque esa four track era del pueblo de Puerto Rico, y yo soy parte de ese pueblo. Y las tortuguitas, pues me auto evalué también, y eeeeeh, determine que era en el mejor interés del pueblo aprender a correr ese vehículo y aprendiera a no matar huevos de tortuguita», explicó.
«Y esteeee, ahí aprendí que lo importante en la vida es no renunciar a lo empezado… ¡Y ahora sé correr four track sin matar tortugas y soy gobernador! De la misma forma, he seguido esta ruta de automejoramiento y autoevaluación… para eeeh… determinar que no he cometido ningún crimen, y que ustedes están jodíos conmigo hasta que pasen los cuatro años que dicta esta democracia, y yo pueda cualificar para mi pensión vitalicia. ¿Preguntas?», continuó ante un público estupefacto.
Le preguntamos si ya que sabía correr four track sin matar tinglares, había aprendido a manejar automóviles responsablemente, y se nos quedó mirando bien serio antes de sacar su cartera y exclamar: «¡¿Quién quiere ver las fotos de los nenes míos?! ¡Miren qué lindos!».